viernes, 3 de octubre de 2008

LA ESTRATEGIA

La Estrategia
El término estrategia es de origen griego. Estrategeia. Estrategos o el arte de general en la guerra, fusión de dos palabras: stratos (Ejércitos) y agein (Conducir, guiar). arte de dirigir operaciones militares , habilidad para dirigir., o sea la habilidad del general para dirigirlas estrategias de los guerreros durante la batalla para lograr derrotar a sus enemigos. El concepto estrategia fue incorporado en el año 1.944 en el campo económico y académico por Von Newman y Morgerstern con la teoría de los juegos y simulaciones, en ambos casos la idea básica es la competición. Este concepto es objeto de muchas definiciones, por lo cual no hay una definición universal y dependen de las tendencias e intenciones de los autores o ejecutores, a lo que prioricen.
Es así como tenemos por ejemplo en relación a las organizaciones, en la obra “Dinámica de la Organización con el entorno” escrita en 1976 por Ansoff, en la cual se define que ”La estrategia es la dialéctica de la empresa con su entorno”. Para él la planeación y la dirección estratégica son conceptos diferentes y plantea la superioridad de la dirección estratégica. Algunos autores cuyo concepto de estrategia está relacionado con la formulación de objetivos o el logro de ellos:
A. Proceso a través del cual una organización formula objetivos y está dirigido a la obtención de los mismos.
B. Es el medio, la vía, es el cómo para la obtención de los objetivos de la organización.
C. Para diseñar una estrategia exitosa hay dos claves: hacer lo que hago bien y escoger los competidores que puedo derrotar. Análisis y acción están integrados en la dirección estratégica.
D. Dirección en la que una empresa necesita avanzar para cumplir su misión , esta definición ve la estrategia como un proceso intuitivo El cómo llegar ahí es a través de la planeación a largo plazo y la planeación táctica.
E. La estrategia empresarial “explicita los objetivos generales de la empresa y los cursos de acción fundamentales, de acuerdo con los medios actuales y potenciales de la empresa, a fin de lograr inserción de esta en el medio socioeconómico.”
Una definición comprensiva del concepto de Estrategia es la de Burgelman (2002), donde la estrategia corporativa oficial: “Es la teoría que la alta dirección tiene sobre la base para sus éxitos pasados y futuros.” La definición de Burgelman retiene una ambivalencia característica del campo de la estrategia que indica, por una parte, las acciones necesarias para llevar a la organización de lo que es a lo que quiere ser en el futuro, y por otra es una explicación de los factores que han impactado el desempeño de la organización en el pasado. Es decir, la estrategia es una teoría de la relación causa-efecto entre el desempeño buscado y los factores que lo influyen. De acuerdo con esta definición, la estrategia indica qué es lo que la organización quiere lograr y los factores que influirán en que se consiga o no.
Y en el campo político militar desde 1921, Basil Liddell Hart expresaba respecto a la Estrategia, que se trata de emplear las fuerzas militares para alcanzar los resultados fijados por la política; sin embargo bajo otra óptica más amplia sería el arte de hacer que la fuerza concurra para alcanzar las metas de la política. Y de manera específica plantea Foch que es el arte que permite, con independencia de toda técnica, dominar los problemas que plantea en sí todo duelo, para permitir precisamente emplear las técnicas con la máxima eficacia. Es, pues, el arte de la dialéctica de las fuerzas, o aún más exactamente, el arte de la dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza para resolver algún conflicto. El mejor estratega es aquel que procura acercarse, lo más próximo, al pensamiento del oponente y descubre en él sus intenciones. El empleo aislado de métodos deductivos, como el cálculo y las matemáticas son inviables en este nivel de decisión. La inducción, a través del proceso dialéctico, polemista, es el camino, de ahí la naturaleza volitiva y social de la decisión estratégica. Para la solución de conflictos, la estrategia, emplea en forma sucesiva las herramientas del consenso y del poder.

1. Finalidad.
Su finalidad tal como se ha expresado anteriormente, es alcanzar los objetivos ofensivos o defensivos, o pretender sencillamente mantener el status político, fijados por la política utilizando lo mejor posible los medios de que dispone. Del concepto de Lenin se extrae que éste, al contrario de Karl Clausewitz, no buscaba romper la moral del ejercito enemigo con una victoria militar, sino que reconoce plenamente el carácter psicológico de una decisión que retrasaría las operaciones militares, hasta que la desintegración de la moral del enemigo torne a la vez posible y fácil de asestarle el golpe decisivo.
De manera que se pudiera apreciar que la formula general de la finalidad de la estrategia es la de alcanzar la decisión creando y explotando una situación que acarre una desintegración moral del adversario suficiente como para llevarlo a aceptar las condiciones que se le quieren imponer. Destacando que ésta noción es precisamente la idea general de la dialéctica de las voluntades. Por el contrario Basil Liddell Hart afirma que "El objetivo de la estrategia debe ser, conducir la Batalla en las mejores circunstancias posibles. La perfección de la Estrategia sería el producir una decisión a favor, sin una importante pelea".
La aproximación indirecta busca romper el balance del enemigo explotando elementos como movimiento y sorpresa; Propone el uso de acciones paradójicas intentando una acción según la línea de menor expectativa, que producirá el colapso del enemigo. Una distracción que corte la libertad de acción del enemigo, como un ataque efectuado sobre la Retaguardia o en sus líneas de comunicaciones o por efecto de un señuelo en donde se lo induzca a un movimiento en falso, que puede producirle un desbalance temporal, la eliminación de los líderes, incidir negativamente en centro de gravedad del adversario. Por el contrario, la Estrategia de ataque directo busca la concentración de fuerzas sobre la posición dominante del enemigo, en donde la variable determinante de la Batalla será la superioridad de fuerzas. "El movimiento directo hacia el oponente provoca su balance físico, psicológico y por consolidación (el enemigo) incrementa su poder de resistencia". Lograr la dispersión de las fuerzas enemigas debe ser un objetivo básico; pero dicho autor menciona que "una paradoja natural de la Guerra es, que la concentración de las fuerzas puede ser obtenida cuando las fuerzas del enemigo están dispersas y usualmente para asegurar esto, las propias fuerzas deben ser dispersadas. Esto es, una segura concentración es producto de la dispersión".

2. Medios.

Para alcanzar la decisión, la estrategia dispondrá de toda una gama de medios materiales y morales, que van desde el empleo de armas convencionales y nucleares, hasta el uso de operaciones psicológicas y tratados de comercio. El arte consistirá en elegir entre los medios disponibles y en combinar su acción para que concurran a un mismo resultado psicológico que sea lo bastante eficaz como para producir el efecto moral decisivo. La elección de los medios dependerá de la confrontación entre las vulnerabilidades de los adversarios, y es preciso analizar el efecto moral decisivo.
Cabe indicar que si no existen voluntades opuestas (Conflicto) simplemente la Estrategia no funcionaría, y la conducción de la acción sería administrativa. Monsieur Jourdain, el gentil hombre de Moliere, expresaba que “todo el mundo hace estrategia más o menos inconscientemente”, en tal sentido la persuasión, la disuasión, la coerción, las alianzas y el ejercicio del poder, son formas estratégicas, de ahí la necesidad de una formación estratégica académica de los profesionales militares o no, de todas las ramas y niveles, y desde luego de los ciudadanos comunes. El albur, lo providencial, la especulación y hasta la suerte juegan un papel trascendente, luego de tomada una decisión estratégica. Los efectos de esta decisión no son predecibles de ante mano, sino que se conocerían una vez concluidos los hechos; finalizado el suceso podríamos confirmar que tal estrategia ha sido conveniente o inconveniente.

3. Modelos Estratégicos.

A. Si el objetivo es modesto y si se dispone tanto de medios potentes como de fuertes aliados, con la sola amenaza se puede llevar al adversario a las condiciones que se deseen.

B. Si el objetivo es modesto pero no se dispone de los medios suficientemente potentes, ni con fuertes aliados para constituir una amenaza, se puede llevar al adversario a las condiciones que se deseen a través de acciones insidiosas de presión indirecta, de carácter político económico y diplomático.

C. Si el objetivo es importante, aunque estrecho el margen de libertad de acción y limitados los medios, se puede llevar al adversario a las condiciones que deseen, mediante una serie de acciones sucesivas, combinando según fuere preciso, la amenaza directa y la presión indirecta.

D. Si el objetivo es importante disponiendo de un gran margen de libertad de actuación, pero muy escasos los medios disponibles, se puede llevar al adversario a las condiciones que se deseen, aplicando una estrategia de conflicto de larga duración tendente a lograr un desgaste moral (Guerra total apoyada en una guerrilla generalizada).

E. Si el objetivo es importante disponiendo de un gran margen de libertad de actuación, y con suficientes y potentes medios disponibles, se puede llevar al adversario a las condiciones que se deseen, aplicando una estrategia de conflicto violento y corto.

F. No se deberían aplicar modelos estratégicos, si el objetivo es modesto o importante, y no se cuenta ni con libertad de acción ni con suficientes medios, por cuanto se puede llevar al adversario a las condiciones que se deseen, mediante la negociación económica o interdicción de alguna potencia extranjera.


4. Elaboración del Plan Estratégico.

Se debe prever las reacciones adversas posibles frente a cada una de las acciones consideradas y asegurar la posibilidad de neutralizar cada una de ellas. Estas reacciones pueden ser nacionales o internacionales, morales, políticas, militares, o económicas. Han de ser previstas acciones sucesivas y posibilidades de parada en un sistema tendente a conservar el poder de desarrollar su plan, pese a la oposición adversa.
Si el Plan está bien concebido, no debería haber circunstancias aleatorias. La maniobra estratégica que tienda a conservar la libertad de acción, debe considerar claramente toda la sucesión de acontecimientos que llevan hasta la decisión final. En tal sentido la exacta valoración de la libertad de acción que resulta de la coyuntura internacional constituye un elemento capital de la Estrategia, sobre todo desde que las potencias han reforzado de modo extraordinario la interdependencia de las naciones.